Es inevitable la inclusión de nuestros hijos en el mundo 2.0, pero de la misma forma que no les dejamos conducir un coche sin antes sacarse el carnet, debemos guiarles en el uso de las nuevas tecnologías y, por supuesto, advertirles de las consecuencias de su mal uso (resumen charla seguridad en internet). Desde luego, no nos lo ponen fácil desde la Administración haciendo prescindible la asignatura de TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) en el colegio, y mucho menos las corporaciones empresariales como Facebook que levantan la veda de contenido compartido para los menores de edad (noticia sobre Facebook y menores).
¡Cuidado con Internet y los menores de edad!
Visto en: THE HUFFINGTON POST
El peligro de las fotos de los adolescentes en las redes sociales
Publicado: 17/10/2013 07:01
Se ha puesto de moda subir fotos a las redes sociales. Lo hacen tanto los adultos como los adolescentes. ¿Por qué? Toda la vida nos ha gustado compartir con nuestros amigos y allegados los viajes, la evolución de nuestros hijos o historias divertidas. A muchas personas, y sobre todo a los adolescentes, les atrae hacerse fotos en las que salgan guapos. La fotografía es una actividad atractiva, divertida y creativa. A todos alguna vez nos ha gustado hacer fotos, buscar el rincón con encanto o ser fotografiado. El momento de compartir las fotos en casa y las anécdotas que rodea la fotografía, puede ser motivo de diversión y animación social.
Pero, el cómo se comparte y dónde se comparte hoy en día las imágenes, puede traer más problemas que ratos de risas. Las fotos llegan a cientos de miles de personas, millones de personas, no solo a los que tú has elegido como amigos sino a todos los que tus amigos retuitean o recomiendan. En redes sociales como Instagram o Twitter, cualquier persona tiene acceso a lo que cuelgas: tus amigos, los enemigos, pederastas, etc. Nunca podrás saber quién ve tus fotos, ni cuáles son sus intenciones cuando te ve, ni las consecuencias.
Una imagen inofensiva de un grupo de amigos jugando al fútbol o charlando puede ser poco incitadora. Pero muchas adolescentes han cogido la costumbre de hacerse fotos con miradas, boca y gestos insinuantes, provocativos y cargados de contenido erótico y sexual. Muchas de estas jóvenes tienen una edad temprana de 12 o 13 años. Las imágenes no solo transmiten sensualidad, sino que muchas de ellas están fotografiadas en bikini, ropa interior, con la barriguita al aire o incluso completamente desnudas.