lunes, 6 de mayo de 2013

Las tutorías, un sistema ineficaz de atención al estudiante

Lo sé, soy adicta a la información, a la opinión, sobre todo si esta viene de gente que se sincera sin más, sin agredir, solo expresando lo que muchos creemos, sabemos o intuimos, agradezco cuando un profesional habla claro, por ello sigo desde hace un tiempo a xarxatic, profesor de secundaria que no duda en dar su opinión en minoría y perseguir la utopía del paso de la zona de Confort a la zona Mágica, lo reconozco, soy una soñadora. Saludos


Las tutorías, un sistema ineficaz de atención al estudiante

Hablar de tutorías es sinónimo de varias horas de actividades más o menos programadas y repetitivas. Sinónimo también de hablar con los padres de los alumnos para explicarles su progreso o trasladarles determinadas cuestiones (normalmente problemas de su actitud). Una atención educativa que no funciona. Un cargo (el de tutor) del que huye hasta el más pintado. Hablar de atención al estudiante, basándose en tutorías, cuyo único objetivo en la mayoría de casos es "pasar el año y evitar problemas que supongan un exceso de carga burocrática" tiende a convertirse en un grave error de concepto. Un sistema totalmente ineficaz de atención al estudiante.


Una vez propuse un cambio de modelo en el centro donde tuve un cargo unipersonal. De esos que algunos dejamos cuando vemos la imposibilidad de cambio y, la necesidad para la mayoría de nuestros compañeros de que todo continúe para evitar conflictos mayores. Una propuesta destinada a la eliminación de las tutorías y de los tutores. Una medida radical con la contrapartida que suponía involucrar a todo el Claustro. Un Claustro que se encargaría de la mentorización individual de un pequeño grupo de alumnos. Unos alumnos a los que atenderían desde su incorporación en el centro hasta que se fueran del mismo. Una cantidad de alumnos a repartir entre todos los docentes del centro (incluyendo, algunos que se llevarían directamente, por parte de los miembros del equipo directivo -que también debería implicarse en la labor-).
¿Qué pasaría si los cerca de 300 alumnos (valor promedio) se repartieran entre los 40 docentes del centro educativo (valor estimativo de plantillas en secundaria)? ¿Qué consecuencias supondría que cada docente tuviera que mentorizar a 7 alumnos a lo largo de toda su etapa de escolarización obligatoria (e, incluso, postobligatoria)? ¿Qué relación se establecería entre los padres y los "mentores" en cada uno de esos casos? ¿Alguien se plantea realmente la mejora de esa individualización que supondría para la atención del alumno y seguimiento de su progreso? ¿Alguien se plantea los beneficios de lo anterior?
Ya sé que se trata de algo utópico. Hay muchos beneficios que se quieren mantener. Status quo que no se quieren tocar. Supondría para algunos salir de la situación de confort para acometer una tarea muy importante. Una tarea de la que muchos huyen. Una tarea (la tutoría) que, planteada como se plantea actualmente (un docente para casi 30 alumnos y cambiando prácticamente de forma anual -tutorandos y/o tutores-), es un soberano despropósito.
A propósito... ¿queréis saber quién ganó en la votación de la propuesta que presenté? Los que prefieren permanecer en la zona de confort, apoyados por el silencio de gran parte del Claustro (los que no se involucran nunca y prefieren pasar con sigilo por el centro). Triste realidad. Triste contraste con la ilusión que algunos tenemos para que las cosas cambien.
Fuente: Xaxartic


No hay comentarios:

Publicar un comentario

En esta página enlazada están marcadas unas pautas muy interesantes sobre como hacer comentarios y entradas en el blog, de forma que todos estemos a gusto: NETetiqueta.

¡Gracias!