Es inevitable, el miedo es una de las emociones más importantes en nuestra vida, puede encontrarse detrás de la tristeza, de la ira,... los filósofos y sociólogos lo tienen claro, "la felicidad es la ausencia de miedo", eso no quiere decir que se pueda o deba vivir sin miedo, no, sentir miedo es básico en la supervivencia humana, sin emoción no hay decisión, pero es imprescindible saber distinguir entre lo preciso y lo importante, debemos saber centrarnos en los detalles y no solo en el conjunto. Por eso es tan importante aprender a gestionar el miedo, una emoción que todos sentimos y que debemos saber controlar, gestionar, aprovechar. El miedo nunca debe ser paralizante, nunca debe interponerse como dueño de nuestras decisiones, nunca debe ser responsable de que no hagamos cosas, y por ello es muy importante enseñar a los niños a sacar rendimiento de sus miedos, a que los entiendan, comprendan y sean sus compañeros, no los dueños de sus vidas. Este aprendizaje ha de hacerse día a día pero, quizás, esta fiesta de Halloween nos pueda servir como excusa para hablar con ellos y adentrarnos en las cosas que les preocupan, les asustan, y podamos dialogar con ellos desde la lógica, la comprensión y la tranquilidad, cuando las preocupaciones se comparten, estas pesan menos, y a veces los miedos en los niños reflejan otras cuestiones que no tienen nada que ver con el zombie de turno. Saludos.
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